El hombre es absurdo por lo que busca, y grande por lo que encuentra. Paul Valéry.
La autora norteamericana Elaine St. James sugiere desprenderse de todo lo que no se usa hace más de un año. La propuesta no está mal, aunque es bastante poco ecológica. Quizá seria más razonable plantearnos qué es lo que vedaderamente necesitamos, antes de llenar la casa de trastos inservibles.
No obstante, en el ámbito mental sí puede ser conveniente una liquidación de existencias. Con los años acumulamos un cuantioso
Hay muchos elementos superfluos que se acumulan en nuestro hogar mental. Entre ellos, los proyectos inacabados merecen especial atención. Con frecuencia, los planes que no llegan a realizarse quedan a suspenso -en estado latente- a la espera de ser retomados. Estos materiales imperfectos van ocupando el espacio mental y ralentizan el rendimiento de la persona, como un ordenador que tiene demasiados programas abiertos a la vez. Para que su funcionamiento sea óptimo, es importante enviar todas estas reliquias a la papelera de reciclaje y olvidarse de elas para siempre.
Sugerencia del autor; Elabora una lista con todos los asuntos pendientes de los que tengas conciencia. Separa en un grupo los realizables a corto plazo (fija una fecha para ello). Anota el resto en un papel y quémalo en un recipiente. Considera que el fuego te ha liberado de ellos.
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